Antena Taxi

Antena Taxi

1.27.2014

El funeral de la cuyaya


TE ENTERASTE
por 

Falleció la Cuyaya.
Fue una muerte dolorosa y prematura, pues no estaba enferma, de acuerdo a los últimos reportes de afamados médicos de Santiago.
El país se llenó de asombro ante la muerte de la Cuyaya.

Se esperaba que estuviera hoy volando por todo lo alto en los estadios Quisqueya y Cibao. Sucedió todo lo contrario. Desde anoche la Cuyaya está en un féretro cubierto de rosas amarillas, después de pasar días en la morgue.

El primer conflicto se originó cuando el doctor Leo Matos Berrido se opuso a que el cadáver de la Cuyaya fuera cubierto con una bandera de la Liga Dominicana de Béisbol. Quilvio Hernández, presidente de las Aguilas Cibaeñas, juró que primero muerto le daría el voto de su equipo para que Leo Matos continúe en el cargo.

Esa posición fue rebatida por Winston -Chilote- Llenas, pero Quilvio no le hizo caso. Miles de parroquianos comenzaron a llegar desde diferentes parte del país y a desfilar frente a una caja que costó menos de 300 pesos, por lo cual los deudos querían “fusilar” a los directivos de las Aguilas.

Félix Fermín, manager del equipo mamey, fue el primero en llegar, acompañado de Luis Polonia y Miguel Diloné. Los tres lloraban desconsoladamente, más que cuando a un niño le hace falta su leche.

Los hermanos
Vi en el funeral a los hermanos Radhamés y Ramón Gómez Sánchez, (Chiqui y Momoncho).
Chiqui Gómez estaba pálido y se notaba muy mal. Parecía que se caería del dolor.  “Chiqui, por favor, deja de llorar. Te puede dar un infarto. Piensa que tienes familia, que es lo más importante para ti. La Cuyaya volverá el año que viene”, le dijo Momoncho. A pesar de estar consolando a Chiqui, Momoncho no pudo resistir y también cayó al suelo mareado, se golpeó la cabeza y fue necesario darle 119 puntos.

Juanchy Sánchez
El principal accionista y jefe de las Aguilas, Juanchy Sánchez, llegó vestido completamente de negro. Cuando vio la Cuyaya inmóvil, echó un grito de dolor que estremeció a la concurrencia y cayó redondo. No pasaron dos segundos cuando tenía a su alrededor 19 médicos y tres enfermeras. Juanchy fue trasladado de emergencia al hospital Homs, llevado por Julio Pichardo y su hermano Luichi Sánchez, quien gritaba como un loco, con los ojos desorbitados. Juanchy, al despertar, sólo atinó a decirle a dos médicos que quería saber la real causa del fallecimiento de la Cuyaya, pues era un animal muy fuerte.

Manolito Jiménez
El reportero gráfico de El Nacional, Manolito Jiménez, no pudo tirar ni una foto. El dolor era tan grande que el dedo se le encogió y comenzó a temblar. El compadre cayó de rodillas ante el ataúd, abrió los brazos, cerró los ojos y sacudió la cabeza violentamente, mientras gritaba: “Dios mío esto si es grande…Me quiero morir”.

Los Tobys
Federico Lalane José, Junior Brea, Ellis Pérez y el doctor Rafael Hernández Mota, miembros prominentes del club de Los Tobys, asistieron juntos al velatorio.
Lalane José sufrió un mareo y cayó como una guayaba. Los Tobys, increíblemente, lo dejaron abandonado, pues le habían advertido que no asistiera por el calor que había en el estadio Cibao, lugar donde exhibían los restos de la infeliz Cuyaya.

Juan de Dios
Juan de Dios Llaverías fue internado en un hospital de uno de los barrios pobres de Santiago, pues ninguno de sus amigos íntimos, a pesar de que son “millonarios”, quisieron pagar la clínica. Eso fue penoso.
Marcos Díaz
El prestigioso odontólogo, Marcos Díaz, cerró su clínica por 9 días en manifestación de duelo.

Huchi Lora
Algo raro fue que Huchi Lora no asistió al funeral. Trascendió que estaba furioso y que había opinado que la muerte de la Cuyaya se debió a un descuido. Luego me enteré que mandó todo su personal a cubrir las incidencias para su programa “El Día”, que se transmite por Telesistema-Canal 11.

Padre e hijos
La sangre casi llega al río cuando llegaron don Marcelino Mateo Almonte y sus hijos Remy y Jacobito Mateo Moquete y encontraron a unos jovencitos jugando dominó y haciendo cuentos “colorao” en el velatorio. “Esto es una vagabundería”, dijo don Marcelino, mientras su hijo Remy se quitaba la correa para repetir la escena bíblica en que Jesús echó del templo a los mercaderes.

Entierro
Tremendo lío se originó en el entierro. Hubo heridos y mucha gente con golpes en el cuerpo. Asistí al hospital Cabral y Báez y allí encontré llorando con una pierna rota al periodista Santana Martínez, producto de la trifulca.  Mañana ofreceré mayores detalles.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.

No hay comentarios: