Para algunos fue una provocación. Pero para otros constituyó un acto de rebeldía ante el destrato que reciben las mujeres en muchos países fundamentalistas islámicos. Selena Gomez visitó en los últimos días Emiratos Árabes Unidos y paseó -como cientos de miles de turistas por año- por Gran Mezquita de Abu Dhabi.
Allí, la celebridad de la música pop, una ferviente usuaria de Instagram, despertó la furia de gran parte del mundo musulmán al subir una foto en esa red social en el interior del templo sagrado. La imagen guardaba un guiño "prohibido": la joven artista mostraba su tobillo y parte de la pierna, algo totalmente prohibido para las mujeres.
La mayoría de los 20 millones de seguidores que Gomez tiene en Instagram disfrutaron de la fotografía. Sin embargo, la bronca y el odio usurpó el lugar de los comentarios positivos y la cantante debió sacar la imagen de su cuenta. "Me gusta Selena Gomez pero lo que hizo me lleva a no ser más un fan", comentó uno de sus ex seguidores.
Pero no sólo esa foto fue criticada. También una en la que Gomez se muestra con amigos en la parte exterior del templo. Allí se encuentra con Kendall Jenner, Gigi Hadid, Cody Simpson y Shay Mitchell, entre otros. Decidió sacarla para evitar los comentarios negativos.
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