El equipo que mejor sepa responder al entramado de los playoffs la noche del miércoles, al medirse en el juego de wildcards de la Liga Nacional, probablemente determinará el que viajará a San Luis para medirse a los Cardenales en la serie de divisional a partir del viernes.
Andrew McCutchen se sabe el libreto.
Hace dos años, el estelar jardinero central y el resto de los Piratas de Pittsburgh eran las nuevas atracciones del béisbol de Grandes Ligas cuando se clasificaron a los playoffs por primera vez en dos décadas.
Ahora es el turno de los Cachorros de Chicago, cuyo nuevo proyecto cobró una marcha vertiginosa entre la contratación de Joe Maddon como su nuevo manager y el debut del toletero Kris Bryant en abril.
“Han captado muchas miradas”, dijo McCutchen. “Nosotros éramos la sensación en 2013... Todos estaban atentos a nosotros... ahora todo el mundo quiere hablar de los Cachorros”.
Dos equipos que se combinaron para 195 victorias esta temporada se creen capaces de ir más lejos si logran sortear un juego en el que no hay margen de error.
Se trata de circunstancias inusuales para dos franquicias que durante la mayor parte de este siglo se intercambiaban turnos en el fondo de la división Central de la Liga Nacional. Texto completo
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