Microsoft intentará que Windows 10 rompa definitivamente con las versiones anteriores del sistema operativo. Tras el batacazo de Windows 8, la compañía ha ido lanzando estos meses diferentes anuncios con los que hacer atractivo el programa.
Esta ruptura tratará de ser funcional y no estética respecto a anteriores Windows. Desde Eroski Consumer repasan algunas aportaciones y novedades del futuro Windows 10, que se espera que aparezca en otoño de 2015, aunque podría retrasarse hasta inicios de 2016.
Gratuito para usuarios de Windows
La primera gran sorpresa es que ya se ha confirmado que Windows 10 será gratuito para todos los usuarios que tengan en el momento de su lanzamiento un ordenador con Windows 7 o Windows 8 instalado como sistema operativo.
Habrá una versión de Windows 10 en la web de Microsoft adaptada a cada tipo de versión de estos sistemas, de modo que la gran mayoría de los dueños de ordenadores PC (no los que todavía contengan Vista o XP) podrán actualizarse al nuevo sistema operativo.
La operación de actualización será similar a la que ya realizan los usuarios de equipos con el sistema Mac OS X: el ordenador dará un aviso de actualización disponible y el usuario podrá o no aceptarlo. Si lo acepta, se descargará Windows 10 y se instalará.
A este respecto hay que tener en cuenta que la instalación podría afectar a la fluidez del equipo y al consumo de batería (en caso de portátiles), sobre todo en los ordenadores que funcionan con Windows 7 y un procesador de arquitectura de 32 bits.
En el resto de los casos, cuando se compre un equipo nuevo, el precio del sistema se gravará al fabricante, pero no al usuario, que aun así disfrutará de una licencia de uso.
De todos modos, el fabricante fijará el coste final del dispositivo, aunque Microsoft podría dar un importe recomendado. Lo que es seguro es que ya no se podrá adquirir el sistema en tiendas físicas en forma de DVD y que no se pagará por futuras actualizaciones.
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