Un sangriento asalto talibán a una escuela de Pakistán causó este martes al menos 148 muertos, 132 de ellos niños, en uno de los peores ataques insurgentes en el país asiático, que se prolongó durante horas y que ha generado una enérgica condena internacional. El número de heridos supera el centenar.
Un grupo formado por seis insurgentes vestidos con uniformes del Ejército entró antes del mediodía (sobre las 8.00 GMT) en un colegio bajo control militar en Peshawar (noroeste del país) y dio comienzo a una jornada de terror en una escuela para estudiantes de primaria y secundaria.
Según indicó un portavoz de la Policía, Seid Wali, los atacantes abrieron fuego y lanzaron granadas contra niños y profesores, mientras iban de clase en clase disparando a los estudiantes.
"Estábamos en una clase cuando escuchamos disparos. El sonido de los tiros se acercaba hasta que la puerta se abrió de golpe y dos personas comenzaron a disparar indiscriminadamente", explicó uno de los alumnos, un niño de unos 14 años, al diario' 'The Express Tribune'.
En una rueda de prensa recogida por el diario local, el director general de Comunicación de las Fuerzas Armadas paquistaníes, Asim Bajwa ha precisado que dos oficiales y siete militares han resultado heridos durante la operación. "Había 1.099 estudiantes y personal registrados en la escuela (...) 960 fueron rescatados tras la operación militar".
El Ejército paquistaní lanzó a continuación una operación para liberar la escuela, que se vio dificultada por los explosivos colocados por los atacantes en el interior, hasta que, hacia las 18.20 hora local (13.20 GMT), logró abatir a los insurgentes que quedaban atrincherados.
Las cadenas de televisión locales emitieron imágenes con escenas de caos alrededor del colegio con un gran número de soldados y ambulancias en el área cercana a la escuela, mientras los disparos y explosiones se podían escuchar desde el exterior.
El portavoz añadió que los insurgentes no tenían intención de tomar rehenes, sino de causar el mayor número posible de víctimas. Los hombres que perpetraron el asesinato no hicieron ningún tipo de petición ni alegato antes de ponerse a disparar a los niños, según ha confirmado un portavoz militar. "No hicieron ningún rehén inicial y comenzaron a disparar en la entrada", explicó Asim Bajwa. (Leer mas)
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