
Cerca de seis viviendas han sido afectadas directamente con el agua que se desprende de la altura del citado puente. La mayoría de las viviendas ubicadas en ese perímetro son techadas con hojas de zinc, por lo que estas familias no sólo deben cuidarse del agua que cae fuera de sus viviendas, sino, también de la que penetra en el interior.
Desde la aparición de la avería, todos los martes, jueves, sábados y domingos, días en que reciben el servicio, para Ruth García y sus vecinas, son de constantes “lluvias”, al punto de que deben mover sus trastes de lugar cada momento. “Yo no puedo tender la ropa, porque esa agua me la moja”, manifestó Marta Sánchez.
Residentes indicaron que están cansados de llamar la atención de la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo [ElCaribe.com.do]
No hay comentarios:
Publicar un comentario