Los funcionarios explicaron que los fanáticos del Zamalek trataron de acceder al partido sin entradas y los aficionados culparon a las autoridades por abrir una sola puerta de acceso.
Las autoridades de seguridad ordenaron el arresto de los líderes del grupo los Ultras Caballeros Blancos, pertenecientes al Zamalek, y quienes iniciaron el combate cuerpo a cuerpo con la policía.
Egipto registra un antecedente penoso que data de 2012, luego de que 74 aficionados murieran en disturbios durante un partido en Port Said.
Aquella vez, la liga estuvo suspendida durante un año y el equipo que jugaba como local fue descendido a segunda división como sanción. Siempre con la política de fondo.
Infobae.com
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