
El teléfono no tiene Bluetooth, ni ningún dispositivo muy avanzado de rastreo, razón por la cual, alimentada por la paranoia -bastante obvia- de estos personajes, es el celular número uno a la hora de hacer negocios en este rubro, según dicen los mismos traficantes.
Uno de ellos, proveniente de de Birmingham, Reino Unido, e identificado como K2, señaló:
Los Federales ahora pueden ocupar las redes WiFi y el puerto Bluetooth para obtener información de cada teléfono.
Parece ser que pueden escuchar las llamadas de un modo mucho más fácil a como lo hacían antes.
Todos los dealers que conozco usan teléfonos antiguos, y el Nokia 8210 es el que todos quieren porque es pequeño y la batería dura bastante. Además era el mejor celular de su tiempo. No podía pagar uno cuando vivía en Jamaica, pero ahora tengo cuatro de ellos.
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