
“Yo cobro maldito viejo abusador”, decía una nota que alegadamente dejó el homicida, quien aún no ha sido identificado.
El haitiano trabajaba con el alemán en la remodelación de un edificio.
Ralf Erich, quien llegó al país retirado desde su natal Alemania hace unos años, llevaba varios días desaparecido, por lo que los vecinos dieron la voz de alerta.
El cadáver fue encontrado dentro de un tanque plástico en el baño de su residencia con la cabeza hacia abajo.
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